Cambios en la vida diaria, desde lo social, hasta lo económico
La pandemia vino a cambiar la vida de todo el mundo, no sólo por el efecto en la salud y la economía, sino por la forma en que se tienen que hacer las cosas desde las medidas de confinamiento y distanciamiento social.
Cosas como el teletrabajo, reuniones virtuales, servicios de logística mediante aplicaciones móviles, comercio electrónico entre muchos otros, han sido utilizados por muchas personas cuyo uso no era recurrente, o que ni siquiera los habían utilizado en su vida.
Toda esta situación vino a acelerar la digitalización y la adopción de la tecnología en la solución de problemas cotidianos, donde muchas empresas aún realizaban sus operaciones de forma tradicional, manual o sin automatización.
Un claro ejemplo son las tienditas de abarrotes, que hoy en día están por hacer una alianza con el gigante de comercio electrónico, Amazon, para poder entregar sus productos a los consumidores.
Muchas empresas se están dando cuenta que el teletrabajo es una opción viable para cierto tipo de posiciones dentro de su empresa, y que el trabajo bajo objetivos y horarios flexibles, elevan la productividad de los empleados.
La tecnología Fintech y cómo ofrece mejores servicios financieros durante la pandemia
Todo esto vino también a reflejarse en el ámbito financiero, y no hay mejor ejemplo que los bancos y servicios financieros tradicionales.
Durante la pandemia, algunos servicios financieros y bancos tuvieron que cambiar la forma en la que atienden a los usuarios, tuvieron que cerrar sucursales, permitir acceso de 5 o 10 personas máximo dentro de la sucursal, largas filas de espera, entre otras situaciones poco cómodas y convenientes para las personas.
Ante esto, las Fintech ofrecen soluciones como los Neo Banks, o Challenger Banks, que son bancos que no cuentan con sucursales físicas, sino con una plataforma digital, lo cual les permite reducir sus costos de operación para poder ofrecer mejores productos y mejores condiciones que la banca tradicional.
Fintech que otorgan crédito a empresas, al consumo, entre otros tipos, tienen procesos automatizados que les permiten reducir tiempos para abrir líneas de crédito en un par de días, mientras la banca tradicional tarda entre 3 a 5 semanas para realizar una apertura.
Si bien la adopción de la tecnología se tenía que dar en cierto momento, y de forma gradual, la pandemia aceleró todo este proceso, donde los usuarios y consumidores han tenido que adoptarla por necesidad, y donde seguramente seguirán como usuarios de las mismas plataformas y servicios tecnológicos una vez que regresemos a la llamada “nueva normalidad”.
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